lunes, 4 de julio de 2011

"Carta a mi padre" de Irina Layevska con la presencia de la autora

Fuente: Vuelta de Página Frecuencia UAM

"¿Qué determina el 'género' de nuestros sentimientos? ¿Tiene que ser forzosamente el mismo que el de nuestros genitales, y es éste con el que realmente nos identificamos?
Explorar nuestra sexualidad abarca mas allá de nuestros aparatos reproductores, que, como bien se nombran, sirven para reproducir, no como determinante del género, pues éste tiene que ver con emociones, actitudes rólicas, sentimientos y pensamientos. Les invitamos a escuchar el testimonio de una mujer que ha luchado toda su vida por su derecho a ser, pese a haber nacido en un cuerpo masculino, hoy ha florecido al poder dejar salir a la mujer que siempre llevó dentro.

Esto y más tomado del libro "Carta a mi padre" de Irina Layevska, por 'Vuelta de página', transmitido desde el portal uamero (www.comunicacionsocial.uam.mx/radio)"


NOTA: Para escuchar la retransmisión, en la casilla Búsquedas de www.comunicacionsocial.uam.mx/radio, poner "Irina", ejecutar (o enter) y luego cliquear en el enlace del programa de Diversidad Sexual

viernes, 10 de junio de 2011

"Luchando por ser uno mismo frente a la dictadura normativa de la medicina: la historia de Radcliff"

The disabling affects of a sexed system: an exploration of intersexuality, transgender and sexual citizenship

http://eprints.lincoln.ac.uk/4616/

...Therefore, in this chapter I will draw on the phenomenological experiences of Radcliff, a transman who is disabled and identifies as queer. Radcliff’s complex story illustrates the ways in which he negotiates his gender and sexual citizenship through various sexual, social and phenomenological body images. Radcliff’s negotiations are structured in relation to the (dis)abling effects of social institutions, such as medicine, law and family that have much power in whether they grant him social legitimacy or not. An intersectional framework of disabled, transgender and sexual identities is utilised to offer nuanced explanations of how Radcliff employs his autonomy and agency in securing a coherent identity in the face of institutional constraints, even if psychosocially his intersectional identities are dynamic and adaptive.

sábado, 14 de mayo de 2011

Mitología de la Sexualidad Especial, Silvina Peirano

conruedasyaloloco.wordpress.com

"Hoy, una amiga me ha descubierto un blog que creo merece la pena referenciar. Se trata del blog Mitología de la Sexualidad Especial, cuya autora, Silvina Liliana Peirano, es Profesora en discapacitadad mental y social y orientadora sexual en discapacidad.

Algunos de los temas tratados en su blog son: arte y discapacidad, cine y discapacidad, discapacidad y mito, discapacidad y sexualidad, educación sexual y discapacidad, erotismo y discapacidad, homosexualidad y discapacidad, pareja y discapacidad, libros recomendados, etc. "

Leer más...

miércoles, 16 de marzo de 2011

Cierran ciclo sobre género y ética sexual

elporvenir.com.mx

"...El libro presenta el tema de sexualidad y personas con discapacidad, y en la revista se toca el tema de la sexualidad en las personas con discapacidad..."

Leer más...

martes, 16 de noviembre de 2010

"Diversidad, un motivo para celebrar el 28J"

Jesús González Amago / Madrid- 10/06/2010

Fuente: solidaridaddigital.discapnet.es

Hace 4 años, me sumergí en el interés por analizar, por estudiar, por sacar del armario la relación de la discapacidad y la sexualidad, concretamente en el de la doble discriminación de las personas gais o lesbianas con discapacidad. El resultado de esa especialización generó dos trabajos: producir el documental “El Sexo de los Ángeles”, que dirigió Frank Toro, y escribir un ensayo titulado “Re Inventarse, la doble exclusión”.

Desde entonces, cada vez que me invitan a hablar de homosexualidad y discapacidad, acudo para intentar abrir las mentes a tantas personas que, inmersos en su lucha y en sus quehaceres, también se olvidan de que es imposible relegar la cuestión afectivo-sexual a la hora de integrar, de incluir plenamente a las personas con discapacidad en nuestra sociedad. Y, como consecuencia de esas apariciones públicas, lo que más me halaga es sentir que muchos chicos y chicas gais o lesbianas que tienen una discapacidad y que, por la idiosincrasia de la misma, están sometidos a una dictadura (la del cuerpo, la de la familia, la de la sociedad, la de la discriminación…), comprobar cómo se liberan de esas cadenas y reconocer (en público o en privado a la salida de la charla), que ya era hora de que se abordara sin tapujos, sin miedo, con libertad y sinceridad ese tabú que es hablar de sexo entre iguales desde otro aspecto desconocido para la gran mayoría de la población como es la discapacidad.

Esta doble y triple exclusión (la que padecen las mujeres, lesbianas y discapacitadas) no sólo afecta a las relaciones sociales/sexuales sino que también infiere en el desarrollo profesional y laboral de tantas chicas y chicos que se enfrentan a las barreras de los que aún discriminan por vivir una sexualidad diferente de la heterosexual.

seguir leyendo... Numerosos ejemplos se citan en el ensayo, en los que la dificultad que diversos agentes empleadores plantean a la discapacidad se agravaba al despuntar maneras o marcados estereotipos identificativos con la homosexualidad de los jóvenes que se acercan a enfrentarse a una entrevista de trabajo. O lo que es más agravante, la posible persecución, acoso y derribo (el denominado bullying) a jóvenes que, pasado el filtro de la mirada homófoba, se sinceran con los compañeros o mandos superiores, y comienzan a emerger de su silencio para reconocer su homosexualidad, lo que implica una pérdida de confianza entre sus jefes, entre sus compañeros, entre iguales. No sin comenzar una persecución, una caza que pondera la sexualidad frente a la capacidad y la valía como trabajadores.

La dictadura heterocéntrica también se concentra en el mundo laboral y, en la mayoría de los casos conocidos o soslayados bajo el miedo a la verdad, sigue siendo un rasero discriminatorio para tanto jóvenes homosexuales y discapacitados que tan solo quieren realizarse en todos los ámbitos de su vida: el social, el laboral, el afectivo y el familiar.

Otra dictadura con la que se somete a lo diferente, y con marcada acentuación entre los chicos gais, es la esclavitud de lucir bien. En numerosas ocasiones, los gais “nos mostramos como queremos que nos vean”: divinos, jóvenes e inalcanzables. Y la verdad es que la imagen que estos chicos y estas chicas con discapacidad tienen del resto de la sociedad LGTB es que “nunca seremos como queremos que nos vean” y, por tanto, nunca nos aceptarán. Y así es pero… ¿deberá seguir siendo así? Tajantemente, no.

Si no queremos que nos excluyan, no debemos ser excluyentes. Si queremos que se acepten a las personas con sexualidad diferente de la norma heterosexual, tenemos que aceptar a las personas con discapacidad homosexuales; si exigimos igualdad de trato, pedimos igualdad de formas; si solicitamos que la diferencia crea una sociedad más plural, tenemos que asumir que la variedad es parte de esa diversidad que enriquece el momento que nos ha tocado vivir.

Una silla de ruedas, una ceguera, una persona sorda o una persona con esquizofrenia, por ejemplo, plantean miedos y barreras. Las mismas que han levantado la homofobia en el resto de la sociedad “normalizada”, por ejemplo, y que con trabajo, esfuerzo, lucha y hasta muertes, se están derribando a pasos agigantados. Pero si los miedos del colectivo LGTB erigen esas barreras entre los afines, tenemos que derribarlas a brazo armado, si es necesario, para quitar de nuestro colectivo tanta petulancia, superficialidad y falsas fachadas.

Llevamos varios años en los que el propio colectivo militante LGTB está luchando por derribar esos estereotipos, por intentar hacer luz de una realidad normalizadora que afronta retos nuevos al tener que demostrar a esta sociedad cristianizada, heterocentrista y homófoba, que podemos, que hemos deseado
–y ahora por fin nos han dejado- ser esposos/esposas, padres/madres, ser trabajadores con plenos derechos y oportunidades que el resto de la sociedad… ser, por fin, ciudadanos de primer orden. Mala cuestión es ahora que seamos nosotros mismos, los gais, los que discriminemos a los que sienten, aman y padecen como nosotros por el mismo hecho de ser diferentes, de tener una discapacidad.

Y es una revolución desde dentro, desde las personas gais, lesbianas, bisexuales y transexuales. La sociedad hetero, a pesar de los avances alcanzados, sigue demostrando –a veces- que no está preparada para asumir el signo de los tiempos y que está mediatizada por el yugo de una cultura represora y opresora con la mujer, con la comunidad LGTB, con la discapacidad… Si en lugar de sumar fuerzas, de afrontar ese lema de ‘UNO MÁS UNO IGUAL A UNO MÁS’, seguimos restando, continuamos erigiendo barreras, estaremos menguando esfuerzos y sinergias para conseguir una sociedad realmente justa y equiparable, al igual que accesible, para todos.

Si ser gai implica ser “divino”, no me interesa esa divinidad, prefiero conocer, vivir, relacionarme con estos chicos y chicas que, como ellos dicen, se mueven en el sexo de los ángeles sin necesidad de batir las plumas de sus alas.


28 de junio, Día Internacional a favor de los Derechos de las Persona Gais, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

ESTUDIO "VISIBILIDAD Y PARTICIPACION SOCIAL DE LAS MUJERES LESBIANAS EN EUSKADI"

Trabajo de investigación impulsado por el Ararteko y realizado por Inmaculada Mujika , en el que se recogen los testimonios de 18 mujeres lesbianas de diferente edad y situación social, desde mujeres transexuales, inmigrantes, con discapacidades...

leer más

Fuente: ararteko.com

CONTENIDO RELACIONADO: enlace

sábado, 10 de abril de 2010

Harley - LGBT College Students With Disabilities

buxaralibrosles.es (22-oct-07)

Lesbian, gay, bisexual, and transgender college students with disabilities: a look at multiple cultural minorities

Debra A Harley, Theresa M. Nowak, Linda J Gassaway, Todd A. Savage
Psychology in the Schools, 2002

“College students with disabilities who are lesbian, gay, bisexual, or transgender (LGBT) represent diverse cultural minorities with multiple service needs involving disabilities, identities, and adjustment strategies. These students are usually accommodated in the college environment because of their disability while simultaneously marginalized based on their sexual orientation.”

»
“This article discusses LGBT college students with disabilities as multiple cultural minorities with a focus on educational environments, institutional issues, and strategies for university personnel.”

—2002 Wiley Periodicals, Inc.

Debra A. Harley es profesora asociada en el Department of Special Education and Rehabilitation Counseling; Theresa M. Nowak es estudiante de doctorado en el Program for School Psychology; Linda J. Gassaway es estudiante de doctorado en el Department of Special Education and Rehabilitation Counseling; y Todd Savage es doctorando en el Program for School Psychology de la Universidad de Kentucky.
----------------------
descargar: enlace

viernes, 12 de marzo de 2010

Disabled and Gay - The Ideal Man?

http://diversitynz.com/philip-patston/

MELBOURNE, AUSTRALIA – 10 October 2005

"Hello. My name is Philip Patston and I am an English-born gay, disabled, white man who has lived in Aotearoa New Zealand for 33 years. Aotearoa is the indigenous, Maori name for NZ. Much more distinctive than NZ if you ask me. I am a performer, a comedian – a celebrity of sorts – I would have been..."

leer más

lunes, 8 de marzo de 2010

IRINA LAYEVSKA: SENSIBILIDAD, VALENTÍA Y VISIÓN

Con toda mi admiración para Irina Layevska


“¿Qué soy? Mujer. ¿Quién soy? Irina. ¿Quién fui? Irina.
Estaba escondida, reprimida, aterrada, pero ahí estaba.
Lo único que necesité fue un proceso para nacer, y aquí estoy”



Esta semana tuve la oportunidad de leer por segunda vez un libro más que recomendable, un libro que me conmueve y disfruto profundamente, un canto a la vida: "Carta a mi padre. Testimonio de una persona transexual con discapacidad."

Creo que desde el título se comienza develar el por qué de mi interés y, más aún, cuando página a página se va mostrando una mujer que es increíblemente sensible y fuerte, una mujer que me hizo sentir una admiración tan profunda hacia ella: Irina Layevska, una activista inalcanzable por la igualdad de derechos entre todos y todas, que, además, estuvo postulada para la presidencia del CONAPRED y sin lugar a dudas era la más capaz, no así quien lo comanda ahora, pero esa es otra historia.

seguir leyendo...

La historia de hoy es la de Irina, que con toda la valentía del mundo nos cuenta a través de unas líneas que dirige a la dureza de su padre, que fue preso político, comunista aguerrido y violento sin sentido; todo lo que callado, todo lo que le molesta, todo lo que muchas personas cargan, personas que juzgan sin entender, que no negocian, que imponen, niegan y lastiman.

Esta carta, sin censura, relata días terribles de infancia que van entre la enfermedad, la negligencia médica, las visitas a la cárcel, la crueldad de los y las niñas, las operaciones, la soledad y el silencio, la ausencia de su padre y el odio a ese cuerpo equivocado, esa identidad errada, que debía cambiar.

Una juventud cargada de recuerdos, de sueños y de prohibiciones, un matrimonio bello pero con el deseo de cambiar, de transitar a lo que realmente es… mujer. Una mujer sin etiquetas, una mujer libre, una mujer en TRANSición, una mujer que cuestiona y que dice a quema ropa: “esta soy yo y qué tiene de malo”, que cuestiona los prejuicios de su padre y de todo aquel que lee sus sentimientos mas profundos. Una mujer que no se victimiza.

Después de leer este libro me queda claro que los límites no existen, pero que uno se encarga de agrandarlos o luchar contra ellos. Pude ver, de manera muy clara, que cada vida, que cada día, es una oportunidad de cambio, de aportar algo, de sobreponerse a las inevitables desavenencias que la vida pone. Corroboro que lo que mi terapeuta, Alberto Ramírez, me dijo alguna vez: “la vida no te manda con lo que no vayas a poder” es una verdad irrefutable.

Amo su vitalidad, su enseñanza, su ejemplo, y fue inevitable no llorar ante algunas situaciones indignantes de la vida, de la gente, misma que demuestra que es capaz de las mejores maravillas y milagros así como de las peores mierdas y bajezas. No hay duda de ello.

Irina no es una víctima, es una guerrera, es un ejemplo de constancia, de inteligencia, de integridad y de profundidad. ¿Qué pasaría si dejáramos de ser víctimas y fuéramos más propositivos o propositivas? ¿Qué pasaría si cada día hiciéramos algo por nosotros(as) y por los/las demás? ¿Qué pasaría si nos apegáramos a ser lo que realmente queremos ser, lo que realmente somos?

La transexualidad existe, es real, normal. Este libro es una invitación a cuestionar los estúpidos prejuicios producto de la ignorancia.

Por algo Irina escribe: “se suele temer a lo que no se entiende y por tanto se hace a un lado, pretendiendo que no existe para intentar —inútilmente— vivir sin sobresalto”.

La transexualidad es, justamente, ese tránsito a ser lo que realmente se es, lo que la naturaleza se equivoca, lo que se quiere vivir y se tiene derecho de ser y hacer. Es acercarse esa vivencia con nombre y apellido, con honestidad y fuerza, con realidad y crudeza.

En palabras de Irina: “La verdad no es indecible (…): nací hombre y soy mujer. Mi cuerpo no me corresponde y lo que nombro ‘yo’ no está vinculado con él”.

Carta a mi padre. Testimonio de una persona transexual con discapacidad es un libro que, de manera gratuita, puedes conseguir en el CONAPRED (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación) aunque por ahora dicen que no existen ejemplares, esto también es un llamado a que saquen los que quedan o puedan reimprimir este libro que es un testimonio vital para el proceso contra la discriminación sexual que es justamente lo que esa dependencia debe trabajar.

lunes, 10 de agosto de 2009

Irina Layevska: El testimonio de una persona transexual con discapacidad

Carta a mi padre es el libro en el que la activista mexicana desvela algunas de sus más significativas experiencias de vida. Negligencias médicas, la ausencia de su progenitor y el odio a un cuerpo equivocado, protagonizan esta historia.

Luis Miguel Bernal anodis.com
Con toda mi admiración para Irina.

“¿Qué soy? Mujer. ¿Quién soy? Irina. ¿Quién fui? Irina.

Estaba escondida, reprimida, aterrada, pero ahí estaba.

Lo único que necesité fue un proceso para nacer, y aquí estoy”.


Esta semana tuve la oportunidad de leer, por segunda vez, un libro más que recomendable, un libro que me conmueve y disfruto profundamente, un canto a la vida: Carta a mi padre. Testimonio de una persona transexual con discapacidad.

seguir leyendo...

Creo que desde el título se comienza develar el porqué de mi interés y, más aún, cuando página a página se va mostrando una mujer increíblemente sensible y fuerte que me hizo sentir una admiración tan profunda hacia ella: Irina Layevska, activista inalcanzable por la igualdad de derechos entre todos y todas que además, estuvo postulada a la presidencia del CONAPRED y sin lugar a dudas, era la más capaz.

La historia de hoy es la de Irina, que con toda la valentía del mundo nos cuenta a través de unas líneas que dirige a la dureza de su padre: preso político, comunista aguerrido y violento sin sentido; todo lo que ha callado, lo que le molesta, todo lo que muchas personas cargan, personas que juzgan sin entender, que no negocian, que imponen, niegan y lastiman.

Esta carta, sin censura, relata días terribles de infancia que van de la enfermedad, la negligencia médica, las visitas a la cárcel, la crueldad de los y las niñas, las operaciones, la soledad y el silencio, hasta la ausencia de su padre y el odio a ese cuerpo equivocado, esa identidad errada que debía cambiar.

Una juventud cargada de recuerdos, de sueños y de prohibiciones, un matrimonio bello pero con el deseo de cambiar, de transitar a lo que realmente es: una mujer. Una fémina sin etiquetas, libre, en Transición; una mujer que cuestiona y que dice a quema ropa “esta soy yo y qué tiene de malo”, que cuestiona los prejuicios de su padre y de todo aquel que lee sus sentimientos más profundos. Una mujer que no se victimiza.

Después de leer este libro me queda claro que los límites no existen, pero que uno se encarga de agrandarlos o luchar contra ellos. Pude ver, de manera muy clara, que cada vida, que cada día, es una oportunidad de cambio, de aportar algo, de sobreponerse a las inevitables desavenencias que la vida pone. Corroboro que lo que mi terapeuta me dijo alguna vez: “la vida no te manda con lo que no vaya a poder”. Es una verdad irrefutable.

Amo su vitalidad, su enseñanza, su ejemplo, y fue inevitable no llorar ante algunas situaciones indignantes de la vida, de la gente, misma que demuestra que es capaz de las mejores maravillas y milagros, así como de las peores mierdas y bajezas. No hay duda de ello.

Irina no es una víctima, es una guerrera, es un ejemplo de constancia, de inteligencia, de integridad y de profundidad. ¿Qué pasaría si dejáramos de ser víctimas y fuéramos más proposititos o propositivas? ¿Qué pasaría si cada día hiciéramos algo por nosotros(as) y por los/las demás? ¿Qué pasaría si nos apegáramos a ser lo que realmente queremos ser, lo que realmente somos?

La transexualidad existe, es real, normal. Este libro es una invitación a cuestionar los estúpidos, prejuicios producto de la ignorancia.

Por algo Irina escribe: “Se suele temer a lo que no se entiende y por tanto se hace a un lado, pretendiendo que no existe para intentar —inútilmente— vivir sin sobresalto”. La transexualidad es, justamente, ese transito a ser lo que realmente se es, lo que la naturaleza se equivoca, lo que se quiere vivir y se tiene derecho de ser y hacer. Es acercarse esa vivencia con nombre y apellido, con honestidad y fuerza, con realidad y crudeza.

En palabras de Irina: “La verdad no es indecible (…): nací hombre y soy mujer. Mi cuerpo no me corresponde y lo que nombro ‘yo’ no está vinculado con él”.

Carta a mi padre. Testimonio de una persona transexual con discapacidad, es un libro que, de manera gratuita, puedes conseguir en el CONAPRED (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación), aunque por ahora dicen que no existen ejemplares. Esto también es un llamado a que publiquen más ejemplares, pues se trata de un testimonio vital para el proceso contra la discriminación por identidad de género y orientación sexual, que es justamente lo que esa dependencia debe trabajar.

domingo, 3 de mayo de 2009

“He querido sacar a la luz la situación de las personas homosexuales con discapacidad”

Por Mara García de Leaniz
en nº 37, julio/agosto 2005 de Cermi.es, el periódico de la discapacidad

Jesús González Amago, trabajador de la Fundación ONCE, es una persona con discapacidad, una persona homosexual, que fuera y dentro del trabajo lucha por defender los derechos de personas como él, pero que todavía no se han dado la oportunidad de vivir y disfrutar de la vida.

¿Por qué escribir un libro sobre homosexualidad y discapacidad?

Porque, hasta ahora, no se había escrito nada sobre este tema, ni en España ni en Europa. Nada que reflejara la visión de las personas que, dentro de la discapacidad, son homosexuales.Y en mi papel de persona homosexual y con discapacidad, he creído necesario sacar a la luz los miedos,las necesidades, las demandas de este grupo de personas.Durante la investigación, me he dado cuenta de que hay por su parte una falta de identidad, mucho miedo a ‘salir del armario’, a enfrentarse a la sociedad, a aceptarse uno mismo como homosexual y discapacitado. También quiero romper el tabú de sexo y discapacidad. La sexualidad es muy importante, es parte de la vida, no hay que dejarla en un segundo plano y el colectivo de la discapacidad debe educarse en la sexualidad, aprender que es posible tener sexo de muchas maneras, incluso con una caricia, y que todos tenemos derecho a disfrutar.

seguir leyendo...
¿El autor de este libro debía ser homosexual y con discapacidad?

Considero que, en mi condición, he tenido ventaja, pues conozco el mundo de la discapacidad y el de los colectivos de LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) y soy sensible a sus problemas. Pero también he tenido la objetividad necesaria para hacer este trabajo. He querido estar muy fuera, poner la grabadora, escuchar los testimonios de muchas personas, sus demandas. Al igual que en el documental El Sexo de los Ángeles, co-producido junto a Frank Toro y en el que se rebatía la idea del discapacitado como ser asexuado, en este libro he querido mostrar la situación de las personas homosexuales y discapacitadas y qué se debe hacer para satisfacer sus reinvindicaciones.

¿Hay cifras de población homosexual con discapacidad en España?
No existen cifras. La suma de ambas exclusiones, es decir, del colectivo de personas con discapacidad y del colectivo de homosexuales,da como resultado muchos millones de ciudadanos. Pero no hay datos reales y yo no aporto cifras porque no las hay. Sólo puedo decir que en España hay 3.500.000 personas con discapacidad y que un 10 por ciento de la sociedad es homosexual.

¿Tener una discapacidad y ser homosexual hace más difícil ‘salir del armario’?
Desgraciadamente, sí. Además,no hay un modelo a seguir con el que poder identificarse. El problema de las personas homosexuales con discapacidad es que no se les visualiza como ellos quisieran. Las personas con discapacidad han estado por lo general sobreprotegidas por sus familiares y romper el cascarón de pronto y mostrarse como uno es en realidad supone arriesgar el vínculo familiar. Ha habido casos de rechazo total, de abandono familiar simplemente por salir y decir que uno es homosexual. Las personas homosexuales y con discapacidad están demandando su puesto en la sociedad, están buscando su modelo a seguir y éste no existe, tienen que buscarlo. De aquí viene un poco el título del libro, Re-inventarse. Hay que aceptarse como gay y salir del armario pero, además, hay que aceptarse como persona con discapacidad,a pesar de que la sociedad no quiera hacerte un hueco. La gran reinvindicación de las personas homosexuales con discapacidad es tener su seña de identidad, es decir a la sociedad que existen, que están ahí y que están buscando su lugar en la sociedad. De hecho, ha costado mucho contactar con personas homosexuales con discapacidad; muy pocas han accedido a hablar y a contar sus problemas, sus sentimientos, sus deseos.

¿Hay discriminación también dentro de los colectivos homosexuales y de la discapacidad?

En cierta manera sí, porque ninguno de los colectivos facilita la organización de grupos de homosexuales o de discapacitados en su seno. Cada colectivo considera que tiene cosas más importantes que reclamar y por las que preocuparse y creo que tienen que mirar más lejos y darse cuenta de que hay muchas personas afectadas y que, además,la unión hace la fuerza. Sólo el colectivo de personas sordas homosexuales está más o menos organizado. También hay un problema de accesibilidad: no hay ni un sólo recinto de los colectivos de LGTB que sea accesible y, desgraciadamente, eso no ayuda a la participación de las personas con discapacidad. Creo que es un problema de querer por ambas partes,por parte del colectivo de LGTB y del de la discapacidad, y de buscar soluciones conjuntas. Además, ambos colectivos viven de subvenciones públicas, por lo que el Estado también debería actuar para eliminar las barreras
existentes entre uno y otro colectivo.

¿Quiénes están más cerca de la igualdad de derechos, las personas con discapacidad o las homosexuales?

Yo creo que el colectivo de LGTB ha conseguido, con la futura ley de matrimonios homosexuales, el 80 por ciento de sus reivindicaciones. Es un colectivo que se ha movido mucho, ha salido a la calle y se ha manifestado. No está todo conseguido, porque todavía hay discriminación y homofobia, pero se han alcanzado logros importantes. Por su parte, el colectivo de la discapacidad aún necesita ejercer mucha presión política; todavía hay mucho por hacer y por conseguir.

¿Qué opinión le merece quien dice que la homosexualidad es una patología?

Me parece denigrante que cuando la Organización Mundial de la Salud, hace diecinueve años, eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades, exista
quien todavía mantenga que se trata de una patología. Y lo triste y preocupante no es que lo diga una persona, sino que muchas otras personas lo defiendan, y lo defienden por que no tienen educación ni cultura. Me parece deplorable que hoy en día todavía sigamos escuchando estas cosas. Creo que desde el colegio
deben fomentarse los valores y no las matemáticas. Todas las personas que hoy se manifiestan en contra de los derechos del colectivo de LGTB, sean de derechas o de no derechas, un día se darán cuenta de que en sus familias, en su entorno, hay una persona homosexual y lo tendrán que aceptar, porque no hay más remedio y no hay nada malo en ello.

¿A quién va dirigido este libro?

Me gustaría que fuera un libro de debate en la escuela. Es un texto muy pedagógico, no hay grandes palabras sino testimonios reales que enseñan que la diversidad es parte de la sociedad y que ser diferente no debe significar ser ‘raro’. Este libro enseñará a los colectivos de LGTB y de la discapacidad lo que no conocen dentro de su entorno. Y al público heterosexual le debe servir para comprender que en la sociedad hay diversidad y que cada uno tiene derecho a vivir con sus problemas, virtudes e idiosincrasias. En definitiva, que la libertad de uno termina cuando empieza la de aquel y hay que respetar al prójimo,sea cual sea su condición sexual, tenga o no discapacidad, venga de un lugar o de otro.

Jesús González Amago
Autor del libro
‘Re-inventarse. La doble exclusión: vivir siendo homosexual y discapacitado’, editado por el CERMI
Más info en este enlace

Cómo adquirir ‘Re-inventarse’:
Librería Berkana, C/ Hortalezanº 64 - 28004 Madrid.

Fuente: www.cermi.es
www.fundaciononce.es

viernes, 19 de diciembre de 2008

Libro: Re-Inventarse. La doble exclusión, vivir siendo homosexual y discapacitado

Jesús González Amago
CERMI, 2005. Colección CERMI.es
ed. adaptada buxara, 2007


En el título del libro viene explícita la problemática de este colectivo: "por un lado la homosexualidad siempre ha sido perseguida, ahora los homosexuales son visibles, pero aún cuesta socializarlos. Por otra parte las discapacidades eran consideradas un error de la naturaleza, después se nos llamaba minusválidos y en la actualidad se tiende a considerarnos discapacitados".

Entre los problemas a los que se enfrentan estas personas está el rechazo por parte de ambos colectivos, ya que están en tierra de nadie "porque los homosexuales les discriminan por ese culto a la belleza que hay en el mundo gay y al colectivo de discapacitados, como el resto de la sociedad, también les cuesta aceptarlos. Debería existir un puente que uniese a ambos colectivos".

Esta obra constituye el primer estudio que se realiza en España sobre este tema.

Fuente: buxaralibrosles.esInformación y descarga aquí

NOTA: se puede descargar también en otro formato desde SID (Servicio de Información sobre Discapacidad) aquí

jueves, 18 de diciembre de 2008

Libro: Carta a mi padre. Testimonio de una persona transexual con discapacidad

México D.F. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), 2008.

Se trata del testimonio descarnado de Irina Echeverría, adaptado por Lourdes Díaz; el recorrido sincero, duro y ejemplar de una mujer que luchó por ser aceptada como tal, a pesar de las dificultades, los dolores y la soledad. Pues el proceso de la transexualidad es una travesía solitaria, “porque si bien es una de las condiciones en las que la persona está más cerca de sí misma, voltea alrededor y está sola”(81), pues al asumir otra personalidad, otra imagen, otro nombre, la mayoría de las personas que se conoció antes prefieren estar lejos, incluso la madre, el padre, las hermanas.

seguir leyendo...

El libro empieza con la picazón, el deseo de rascarse, pues Irina desde muy pequeña atravesó por diferentes operaciones para corregir malformaciones en la columna y en las piernas que le impedían caminar; por una negligencia médica, una de esas operaciones la obligaría posteriormente a movilizarse en silla de ruedas. Por su enfermedad degenerativa el transcurrir de su niñez y adolescencia la hizo esclava de su cuerpo, un cuerpo sufriente con el que además no se sentía identificada, añoraba en su fuero interno ser una mujer. Este proceso estaba atravesado a su vez por un conflictivo entorno familiar, en el cual la madre debía sacar adelante a ella y sus hermanas pues su padre era preso político por sus ideas comunistas.

Este testimonio se relata precisamente al modo de una carta al padre, el ajeno, el revolucionario, el ausente, que intentó cambiar el mundo y no logró cambiar su propia familia hacia un núcleo solidario y afectuoso. Por su sexo masculino, Irina fue enseñada en la contención de los sentimientos, en el dolor estoico, la violencia, la indiferencia. Siendo niña y teniendo que pasar por diferentes cirugías que la alejaron de México, su país natal, tuvo que contener el deseo de afecto y verter lágrimas a escondidas, añorar con toda el alma ser mujer.

Producto de la enfermedad, los aparatos ortopédicos y medicinas que utilizaba la hicieron una marginal, posteriormente su búsqueda interna por la sexualidad y finalamente la convicción política, la llevaron de “Urco” de El plantea de los simios, al “hombre biónico”, hasta llegar a ser el “Ché”. Por su parecido físico y una boina que adoptó como parte de su atuendo cotidiano, esta nueva personalidad la libró de otras acusaciones y le causó simpatías.

La posible pérdida de la vista producto de la enfermedad degenerativa que padeció desde la infancia la impulsó a dar el gran paso de su vida: convertirse en mujer. Asimismo, la separación emocional de su esposa, Neli, la liberó del dolor de estar dejándola sin una pareja. Neli la ayudó también a explorar el lado femenino que había tenido oculto, a aprender a llorar, a sentir, hasta ser Irina. Después de un largo proceso de adaptación Irina y Neli lograron superar la dura prueba de la transformación para derivar en una nueva y renovada relación, recreándose en el afecto.

Irina relata los difíciles problemas sociales, la exclusión social de la que es objeto, primero por haber sido parte de una familia “comunista”, luego por su discapacidad, por los espacios a los que está restringuida en un entorno que ve sus necesidades como privilegios, tercero por ser transexual, como ella se define, por desear ir en busca de su verdadera identidad, que la ha alejado de amigos, familiares y amores, finalmente por ser mujer, al haber completado su transformación, por la facilidad con que los hombres la abordan y la dejan de considerar persona.

A pesar de las situaciones desfavorables ha logrado superar su enfermedad y realizarse como mujer, formar una relación afectiva y solidaria con su pareja y seguir luchando por sus convicciones, por un mundo más solitario y respetuoso de las identidades.

Secretaría Trans de ILGA