domingo, 4 de enero de 2015

'Yes, We Fuck!', un documental sobre sexo y discapacidad, busca financiación en Internet

Fuente: cascaraamarga.es

El trabajo muestra imágenes explícitas de la vida sexual de sus protagonistas para normalizar sus vidas.


Yes, We Fuck! es el nombre de un documental que busca financiación en Internet a través del método del 'crowdfunding' y que quiere abordar dos temas en conjunto como son la sexualidad y la discapacidad.

Yes, we fuck! no es sólo un documental que quiere abordar la sexualidad en personas con diversidad funcional, sino un proyecto donde la gente participa, dialoga y, sobre todo, cuestiona; en el que las redes sociales tienen una importancia fundamental. Además, el proceso de elaboración está sirviendo para tejer alianzas entre diferentes colectivos que trabajan políticamente cuestiones vinculadas al cuerpo y la sexualidad (diversidad funcional, feminismos, transfeminismos, LGBT, queer, intersex, personas obesas, entre otros).

El documental nos muestra seis historias en torno al sexo y a la diversidad funcional, historias reales y diversas donde el sexo se convierte en un arma de placer en pro de los derechos individuales y colectivos de las personas.

El filme tiene el objetivo de alcanzar los 12.000 euros en los próximos 25 días (ya lleva recaudados más de 4.000). Antonio Centeno y Raúl de la Morena son los artífices de este proyecto, que tiene como objetivo normalizar un aspecto de la vida privada de los discapacitados como es el sexo. Para ello, relata seis historias, que componen la columna vertebral del filme.

En ellas se podrán encontrar la de Miriam, una mujer en silla de ruedas, que relata cómo es su vida sexual con su pareja, Pama, nacido en la India. Oriol, un hombre con parálisis cerebral, relata cómo contacta a través de Internet con Linda, que realiza servicios de BDSM (siglas de 'bondage', 'disciplina y dominación', 'sumisión y sadismo' y 'masoquismo').

Ambos tienen su primera experiencia, Oriol en estas prácticas y Linda con un hombre con discapacidad. Otra protagonista del documental es Mertxe, una persona ciega que asiste a un taller en Madrid donde conoce a Kani, un chico al que le diagnosticaron sexo femenino en su nacimiento. Hay una última historia que aún no ha sido rodada: está reservada para un mecenas que, aportando 450 euros, relate su historia.

miércoles, 18 de junio de 2014

HOMOSEXUALIDAD Y DIVERSIDAD FUNCIONAL


Seguramente voy a hablar de un tema en el que nadie se había parado a pensar, pero como muchos sabéis, en este mundo hay personas de todos los colores, razas, etnias, con diferentes religiones o con ninguna, con diferentes identidades sexuales o expresiones de género, personas con discapacidad... Y esas personas con diversidad funcional tienen una orientación sexual, de la que no se suele hablar.

Como técnico en Atención Sociosanitaria que voy a ser, trato mucho el tema de la diversidad funcional; prácticamente todos los días, ya que son personas muy vulnerables y que necesitan de apoyos para su día a día. No sé si os habréis fijado pero seguro que nunca os hubiérais imaginado a una persona con Síndrome de Down homosexual, por ejemplo. Pues las hay. La verdad es que la sexualidad en personas con algún tipo de diversidad funcional intelectual no es un tema que se trate mucho entre ellos, ni se les potencie mucho, aunque hoy por hoy, debemos normalizar la vida afectiva y sexual de estas personas, haciéndoles conocedores de su cuerpo, del desarrollo del mismo y de todo lo que conlleva tener, por ejemplo, una vida sexual activa. Pero más allá de ello, llega la sexualidad de cada uno.

Las personas con diversidad funcional desde hace años han sido aislados y discriminados en diversos ámbitos de actuación como son la vivienda, la educación, formación, trabajo, ocio, transporte, etc. y si a esto le sumamos ser homosexual, las barreras se hacen más difícil de superar. Os dejamos con la entrada de José Manuel, voluntario de la Fundación Triángulo Andalucía un chico con Síndrome de Down homosexual:


Es gay. Es síndrome de Down. Sin embargo, su doble condición de minoría no le mantiene escondido en casa, todo lo contrario. Su participación activa en el vídeo del año pasado de la Fundación Triángulo demuestran su valentía. “El mensaje que quiero transmitir es que necesitamos voluntarios que salgan a la calle porque tenemos poca visibilidad”. Él no vive en ningún armario.

viernes, 25 de abril de 2014

Amor con barreras

Fuente: pagina12.com.ar    Por Dolores Curia

Se suele considerar a las personas con diversidades funcionales como asexuados o hipersexuados, y en nombre de esto se avasallan derechos e intimidades. A su vez, en este panorama la diversidad sexual es un tema doblemente tabú. Por estos días se desarrollan unas jornadas para concientizar sobre las limitaciones de esta perspectiva y ofrecer herramientas para un cambio. Aquí, el punto de vista de personas que cuentan con una discapacidad y también con una voluntad de ampliar los horizontes.

Orgullo Sordo

Mariana Reuter tiene 42 años. Es sorda y lesbiana, en ese orden: “Lo primero que digo cuando me presento es ‘Soy Sorda’ (por si se piensan que, por la manera en que hablo, soy extranjera). Mi identidad más fuerte es ser Sorda. Así, con mayúscula lo escribimos. Y luego viene la de lesbiana. Como comunidad tenemos algo similar a la comunidad lgbt, que es un gran orgullo, una cultura propia, una lengua, todo eso se puede resumir en lo que llamamos Poder Sordo”. Mariana estudia dos carreras (una Tecnicatura en Ecología y está terminando una Tecnicatura en Consultoría Psicológica) y tiene dos trabajos (en una fundación para personas Sordas y como acompañante terapéutica). Su día empieza muy temprano, y es tan largo que casi no le queda margen para pasar tiempo con su compañera, que está empezando a conocer. Si no hay tiempo, se lo inventa: al amor y al sexo no los negocia. Son frecuentes las historias en que el closet de las personas con discapacidad viene con doble refuerzo. En su caso la salida fue en el ‘97 dentro un grupo de teatro. Con su familia pudo hacerlo recién en 2003. “Fui saliendo por tandas. Y todavía hay personas que no saben. Como los Sordos somos una minoría y nos conocemos todos, entonces se cuchichea: ‘ésa es lesbiana, aquélla es bisexual’. Cuando empecé a decir que era lesbiana, en el grupo de teatro me alentaron a que me abriera también por fuera de ahí. Era gracioso, porque mi novia de ese momento, que era oyente, me llamaba por teléfono (no había celular todavía) y yo, que vivía con mis padres, necesitaba que alguien de mi familia colaborara con nuestra comunicación. Para ese entonces en casa no estaba blanqueado quién era ella. Cuando yo quería llamarla tenía que pedir a mi mamá o a mi hermana y que me ayudaran a concretar la cita con ‘mi amiga’.”

Un diálogo de Sordos es un diálogo

En 2008 Argentina ratificó la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, aprobada en 2006. Esta incluye el derecho a casarse, planificar la maternidad y la paternidad, tener la custodia, tutela, guardia y adopción de niños, manejar bienes, trabajar sin discriminación, el derecho a información sobre anticoncepción y el derecho a mantener su fertilidad. “En lo que respecta a discapacidad, en estos años se ha avanzado aunque no lo suficiente. La Convención habla de discapacidad no sólo como déficit sino asociada a barreras. Eso es muy importante. El artículo 23 (que habla de educación sexual y planificación familiar) va contra el miedo de la sociedad a que la discapacidad ‘se contagie’”, dice Mariana.

¿En qué cosas falta profundizar?

–Falta que se empiece a relacionar más intensamente sexualidad y discapacidad. El nuestro es, para mucha gente, un cuerpo que no da placer. Paradójicamente, las mujeres Sordas suelen ser víctimas de redes de trata porque tienen una discapacidad que no se ve. Como pasa siempre, las leyes pueden ir a cierta velocidad, pero la cabeza de la gente no necesariamente las sigue. Eso se ve en lo cotidiano. Yo conviví 5 años con una novia oyente. Ella se tuvo que acostumbrar a que dentro del departamento no podía hablarme desde la cocina si yo estaba en otro ambiente. Las personas oyentes están acostumbradas a hablar por teléfono de un modo excesivo. Quería llamarme y obviamente no podíamos comunicarnos así, sin intermediario. Ella se adaptó a mis amigos Sordos, y yo a sus amigos oyentes. Si íbamos a un boliche, solía y suele ser un problema la oscuridad: ahí no puedo leer los labios. Como la gente se cree que las personas con discapacidad somos asexuados, nadie se preocupa por la accesibilidad de los boliches, los bares, los telos. ¿Cómo hace una pareja Sorda para comunicarse con el de la ventanilla del telo, pedir una habitación, pagar? Hay cosas que realmente nunca han sido pensadas. Se garantiza el acceso, rampas, etc., a ciertos lugares como un hospital, pero no a los espacios culturales y de diversión.

seguir leyendo... ¿Cómo es visto tu lesbianismo dentro de la comunidad Sorda?

–Uso todo lo que puedo la palabra lesbiana. Parece un mal chiste, pero todavía hace falta explicar que entre las personas con discapacidad hay muchxs gays, héteros, trans, y que tenemos deseos sexuales tan intensos como cualquiera. En un momento con un grupo de amigos formamos la Asociación de Sordos Homosexuales de Argentina (decíamos “homosexuales” porque era 2003 y todavía no se hablaba de LGBT) pero tuvo corta vida. Muchas veces las personas con discapacidad no expresan su orientación sexual dentro de la familia, la escuela, grupos sociales. Se potencia con la falta de comunicación. En el caso de las personas Sordas, algunxs no tienen acceso al español y sólo se desenvuelven con lengua de señas. Es difícil para un Sordo o sorda decir: “Mamá, papá, soy gay/lesbiana”. Dentro de la comunidad Sorda hay poca información sobre sexualidades diversas. Pero en los ámbitos lgbt (marchas, congresos) también se habla poco de nosotrxs y difícilmente haya intérpretes de lengua de señas. ¡Y todo lo que falta trabajar con los padres!

¿Por qué con los padres?

–A veces los padres toman decisiones sobre nosotros. Nos acompañan al médico y los hijos no entienden lo que él dice. El padre o la madre recibe la información y se la filtra. Nosotros decimos “me lo pasó corto”. En vez de explicar para qué es el análisis simplemente te hacen hacértelo. Debería haber intérpretes en los hospitales. En el artículo 22 se habla del derecho a la privacidad, por ejemplo, para tener relaciones y manejar el propio dinero. Tengo derecho a saber qué son esas pastillas que me están dando. Poder decidir incluso si seguir adelante con un embarazo o no. Muchas veces las mujeres con discapacidad tienen a sus hijos y se los sacan.

El sexo de los ángeles

Entrevista a Silvina Peirano y Víctor Pagano

Los diferentes colectivos de personas con discapacidad siguen muy a un costado en materia de avances legislativos y también invisibilizados por una corrección política que carga a mucha gente diversa en la bolsa única de las capacidades especiales, lo que para Silvina Peirano (creadora del blog Mitología de la Sexualidad Espacial, profesora de Educación especial y orientadora sexual en diversidad funcional) suena a frase de señalador: “Si te digo ‘vos para mí sos muy especial’, es una cosa, pero si te digo que ‘sos una chica especial’, te estoy diciendo otras cosas: todo lo tuyo es especial como sinónimo de anormal. Si tenés sexo, tenés sexo especial. Si desarrollaste una profesión exitosa, tu caso es conmovedor. ‘Especiales’ suena más cariñoso. Es una forma de nombrar aquello que nos es tan duro que es la falta. Hay que atreverse a nombrar. La ‘discapacidad’ minusvaliza pero no es en sí misma ni buena ni mala. Habría que discutir si es o no un rasgo de identidad”.

El gran mito es pensar en las personas con discapacidad como colectivo totalizador, como combo. Lo resumen muy bien las puertas de los espacios públicos: está el baño de hombres, el de mujeres y el baño de la silla. Como muestra basta la voz de Valeria Paván, coordinadora del área de salud de la CHA: “Nos preguntamos cómo es posible que en estos 30 años no existan en nuestros registros casos de personas que se hayan acercado a la organización para consultas relacionadas con discapacidad y sexualidad, y discapacidad y salud. Esto habla de una gran invisibilidad”.

Parecería que a las personas con discapacidad sólo se les puede atribuir fragilidad y que oscilan entre dos polos: son asexuales, niñxs prefreudianxs sin sexo, como los ángeles, o hipersexualidadxs fuera de control. La sílaba dis y la infantilización vienen unidas. Las sexualidades de las personas con discapacidad, cuando se las reconocen, son improductivas, dependientes, y ellxs son no atractivos, ingenuos, vengativos, rencorosos. Los plus de la diferencia quedan escondidos detrás de la merma. “Como sociedad construimos seres discapacitados, con una condición de discapacidad que a todos nos viene bien. Siempre es el otro el que tiene una sexualidad incorrecta”, explica Víctor Pagano (profesor de Filosofía de la UBA e integrante de Antroposex): “Estamos muy influidos por la idea de que si no hay un pene erecto no hay sexualidad. Eso coloca al que hace la diferencia en el lugar de la normalidad. Siempre que se habla de educación sexual para la discapacidad se hace como si hubiera una sexualidad para aprender, que la persona debe desarrollar. Hasta no hace mucho la sexualidad en las personas con discapacidad no era un problema porque tampoco era un tema.” Quienes trabajan con estos temas siempre son héroes: “Si te casaste con alguien con discapacidad, sos muy sacrificado. Si sos docente con discapacidad, sos una buena persona, más esforzada que todos los demás, un héroe que lucha contra la adversidad”, agrega Silvia Peirano.

La eterna rehabilitación

El sexo parece un premio sólo para quienes alcanzan logros en una rehabilitación. Continúa Peirano: “La contracara de esto es entender a la persona con discapacidad como ser sexual desde el principio. La política sexual es repartir los permisos para el goce como un premio al buen ciudadano. ‘Demostraste responsabilidad y un esfuerzo para parecerte a todos los demás, bueno, ahora te permitimos disfrutar.’ De esta experiencia pueden dar cátedra las personas lgbt”. Peirano advierte que el modelo rehabilitador ya está presente en preguntas por parte de conductores de radio y televisión: ¿los discapacitados tienen sexualidad?, ¿qué consejos les darías a los padres? Silvina siempre contesta: “No queremos dar consejos. Pero si tuviera que hacerlo, les diría a los/las padres que primero laburen con su propia sexualidad, no tiene sentido que quieran enseñar algo de lo que carecen”.

Perspectivas y polémicas
¿Cuáles son los nuevos modelos desde donde pensar la discapacidad?


–El modelo social sostiene que los impedimentos no están dados por la deficiencia, sino que ponen el eje en las condiciones sociales. Alguien puede querer ir a la escuela pero si ésta no está preparada para recibirlo, aquello por lo que uno no puede ejecutar lo que desea es más una cuestión social que una discapacidad propia. El modelo social nace en Gran Bretaña y está cruzado por el Estado de Bienestar. Se contrapone al modelo rehabilitador que dice que, si una persona tiene una discapacidad, se tiene que esforzar para curarse. Tiene que ver con el capitalismo, con lo que sos capaz de producir y también con la representación del gay como un invertido: una persona no podía tener un deseo sexual por otro si no era invertido en todo. En la discapacidad todo (la sexualidad, los proyectos, los gustos) se define desde el hecho de que es un "minusválido".

¿De qué se trata la asistencia sexual?


–La idea es que las personas cuenten con una opción que les permita acceder al ejercicio de su sexualidad. Puede ser un asistente sexual que tiene un encuentro con el discapacitado o una persona que actúa como facilitador del encuentro sexual entre dos personas con discapacidad. Trae muchas discusiones: la idea de la utilización de cosificación del asistente, el devotismo y el abuso. Nosotros pensamos que no por reivindicar los derechos sexuales de uno vamos a vulnerar los de otros. Queremos alejarnos de los modelos de dependencia y que todos puedan convenir qué pasa en el encuentro sexual consensuado. La sexualidad de las personas con discapacidad a veces requiere de aprendizajes específicos porque son prácticas que estadísticamente no son comunes. En los países en los que se hace (Suiza y Dinamarca) el asistente debe ir a cursos de perspectiva en género, DD.HH. y Diversidad Funcional/discapacidad. Hay una diferencia entre una persona formada en estos cursos y una mujer vulnerable que cae en las redes de prostitución. Hay muchas formas de implementarlo, desde las masturbadoras japonesas hasta otras propuestas en las que sólo hay caricias, besos y masajes.

¿Conceptos como “orgullo” e “identidad” deberían formar parte del lenguaje relacionado con la discapacidad?


–Eso esperamos. Las personas lgbt fueron las que primero se apropiaron del estigma. Butler habla de esto: lo abyecto que se reapropia y se devuelve en forma de lucha y proclama. Recién ahora los colectivos de la discapacidad/diversidad funcional están empezando a tomar visibilidad política y el orgullo de pertenecer a una identidad con sus diferencias. Al haber encerrado en una misma denominación a un colectivo tan heterogéneo, es difícil hablar y decir algo para todos, más allá del derecho al goce y desarrollo de la propia sexualidad, como cada uno desee ejercerla. Si la discapacidad es o no un rasgo identitario es un debate en curso. La experiencia de las luchas lgbt pronto va a empezar a enriquecer a otros colectivos.

Jornadas Sexualidades con Perspectiva en Diversidad Funcional-Discapacidad
Organizan: Silvina Peirano y María Elena Villa Abrille.
Martes 8 de mayo, Edificio Anexo a la Cámara de Diputados Dr. Juan Carlos Pugliese, Riobamba 25, segundo piso.
Inscripciones e informes:
[email protected]

viernes, 8 de enero de 2010

Reportaje: Homosexualidad y discapacidad

GARVA, D., "Discapacidad y homosexualidad: ¿Doble discriminación?" en revista Moxow, nº 28, diciembre, 2009, p. 24. Disponible: aquí Fuente: narrativagay.com

LA ACEPTACIÓN DE NUESTRA ORIENTACIÓN SEXUAL PUEDE CONVERTIRSE EN UNA ODISEA, PERO QUÉ OCURRE CUANDO LA PERSONA PADECE ALGÚN TIPO DE DISCAPACIDAD. LOS ESTUDIOS AFIRMAN QUE LAS PERSONAS LGTB CON DISCAPACIDAD SUFREN UNA DOBLE DISCRIMINACIÓN Y ESTO LES CONDUCE A LA INVISIBILIDAD QUE SUFREN EN LA SOCIEDAD Y DENTRO DEL PROPIO COLECTIVO LGTB.

Por DAVID GARVA
En la actualidad, es patente que el número de personas LGTB con discapacidad se ha hecho más visible, fruto de la aceptación de la persona y su desarrollo en el entramado social. Jesús González, es una de las voces más versadas en el tema, quien en el año 2005 se aventuró a elaborar un ensayo sobre las personas LGTB con discapacidad; el resultado fue: Reinventarse. La doble exclusión: vivir siendo homosexual y discapacitado, un libro disponible en la red y que arroja información sobre los diversos aspectos que comprenden la vida de una persona que como el es gay y discapacitado. Para situarnos en la realidad española, González argumenta: “Casi 4 millones de personas son discapacitadas en nuestro país, es decir, un 10% de la población española. En cuanto al colectivo LGTB, entre un 8% y un 12% son los datos que se estiman de personas que son gay, lesbiana o transexual en España.”

A tenor de estos datos, González se plantea: “¿Por qué la sociedad sana y heterosexual nos trata de manera diferente?” A lo que responde que sin lugar a dudas ese trato desigual proviene de la visión distorsionada que esos colectivos mayoritarios y supuestamente normales, tienen de nosotros. En este sentido, González afirma: “Ser gay, lesbiana o transexual en nuestro país, aún genera una serie de problemas de aceptación social. La discriminación en el mundo laboral, los problemas de “Bullying” en centros escolares, la consumación de los derechos plenos como ciudadanos de primer orden, se enfrentan en determinados territorios y mentalidades con una arcaica concepción de la homosexualidad que, aún todavía, algunos tildan de enfermedad, de aberración o de malformación genética. Se ha construido mucho, pero aún quedan escollos que derribar.”

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En el caso de los discapacitados LGTB no sólo tienen que franquear la barrera que les supone su orientación sexual sino la propia discapacidad, por este motivo, González añade: “La discapacidad, en su parcela de exclusión, ha sido considerada, en determinados círculos sociales, como una tara insalvable, como un error de la naturaleza. Al igual que los homosexuales, a los que se llegó a denominar de “tarados”, “subnormales”, “anormales” o “lisiados”, han sido perseguidos o diezmados por los nazis, o incluso encerrados en manicomios, en centros psiquiátricos, o en hospitales.”

Para luchar contra estas discriminaciones y motivar al cambio social, González propone como solución la aceptación, que consistiría en encontrar un lugar en la sociedad. La normalización de las personas con discapacidad tiene que estar ligada a todos los ámbitos del desarrollo de la persona en sociedad, por ello, González puntualiza: “el acceso a la cultura y al ocio resultan fundamentales, el fomento de estas actividades, en una sociedad avanzada como pretende ser la nuestra, cada vez cobran más importancia y, por ello, la plena normalización pasa necesariamente por su accesibilidad para hacerlas asequibles a todos los ciudadanos. La cultura, tanto desde la perspectiva de la creación artística, como desde la del disfrute de las obras realizadas por otros, debería resultar accesible a todas aquellas personas con discapacidad que pretendan desarrollar sus capacidades y sus aficiones. El turismo, el deporte de base, el ocio en su globalidad, han de ser alternativas al alcance de las personas con discapacidad.”

¿SON ASEXUADAS LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD?
La sexualidad de las personas con discapacidad es el tema más desconocido, de esta forma, Jesús González afirma: “A menudo se considera a las personas con discapacidad física o intelectual, personas como no sexuales. El sexo está muy asociado a la juventud y el atractivo físico, y cuando uno no lo es, se ve a menudo como “impropio”. Si se discute sobre sexo y discapacidad, normalmente se refiere a la capacidad, a las técnicas y la fertilidad, dejando atrás el concepto de los sentimientos sexuales y, por tanto, olvidándonos de la parte afectiva. Estos aspectos, pues, ignoran el afecto, las emociones, el tocar…” Además, González añade en su estudio las palabras cargadas de significado del Director Ejecutivo del CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad): “No dispongo de información, ni de datos, como mucho de impresiones, y no sé si con esto escaso acervo sería legítimo pronunciarse. Podría hablar, pero a la ligera. Hay un hecho indiscutible, no obstante, y es que son personas apenas visibles, y sus manifestaciones y prácticas menos. Desde el mundo de la discapacidad, la cuestión de la llamada “homosexualidad”, ha sido ignorada olímpicamente. Supongo, pero no es más que una suposición, que no se ha querido ligar “la desgracia” de la discapacidad, con el “vicio” de la homosexualidad. Pero, insisto, no me puedo pronunciar por desconocimiento”.

En el desarrollo sexual de las personas con discapacidad cobra mucha relevancia su entorno, en este sentido, Marta del Pino asegura: “Las vidas de las personas con discapacidad intelectual se desarrollan en entornos donde las principales interrelaciones son con la familia y profesionales. Por ello, el abordaje del tema de la afectividad y sexualidad de las personas con discapacidad intelectual resulta un tanto delicado.” Asimismo, incide en las pautas para normalizar la afectividad en estas personas aconsejando a sus familias y a los profesionales: “En una sociedad donde el sexo está omnipresente a nuestro alrededor, es un error ignorar y creer que las personas con discapacidad intelectual no tienen esas necesidades o no son como los demás en este aspecto; por lo que tenemos que considerar la sexualidad como un elemento más dentro de nuestra atención a estas personas, e imprescindible para poder trabajar con los principios básicos de esta atención: integración y normalización.”

LA SITUACIÓN DE CHICAS LESBIANAS CON DISCAPACIDAD

En referencia a este tema, Beatriz Gimeno declara: “ Ser una lesbiana funcionalmente diversa me ha dado casi todo lo que soy, una vida intensa y muy distinta a las vidas normales, abierta a unas posibilidades que poca gente tiene, con experiencias enormemente enriquecedoras. Creo que, en determinadas condiciones, no hay nada mejor que poder ver el mundo desde donde muy poca gente puede verlo: desde los márgenes. No estoy siendo voluntarista y he dicho “en determinadas condiciones” pero lo cierto es que siento que donde yo estoy poca gente ha estado, la vista que yo tengo no la tiene todo el mundo, y creo que eso ha hecho mi vida mejor. Me gusta mi vida y mi cuerpo, que es fuente de satisfacción, de amor y de placer.” Asimismo, con respecto a la invisibilidad del colectivo lésbico con discapacidad, Gimeno puntualiza: Siempre estamos hablando de invisibilidad, pero pocas veces hablamos que no hay mayor invisibilidad que ser invisible para los demás en cuanto a la posibilidad de suscitar deseo.

Cristina Santacruz es el testimonio más reseñable de la situación de las lesbianas con discapacidad, Cristina asegura que nadie nos informa de los cambios que se van produciendo en nuestro cuerpo y de repente nos dicen “Tu no puedes salir con chicos porque te quedas embarazada” “Mejor te quedas con nosotros en casa que somos los que más te queremos”. A partir de ahí ya sabemos lo que es la sexualidad, la sexualidad es igual a embarazo.

Asimismo, Santacruz puntualiza: “Tanto miedo a nuestro alrededor, tanto decirnos que nosotras no podemos hacer lo que hacen las demás mujeres de nuestra edad, porque tenemos un certificado de minusvalía, nos hace sentir como bichos raros. Las pocas veces que estamos a solas con un chico y que surge afecto entre nosotros se nos enciende al momento la luz del embarazo.”

Finalmente, para expresar como es vista por la sociedad, Santacruz declara: “Hay mujeres de muchos tipos altas, bajas, guapas, feas, responsables, irresponsable, pero las mujeres con discapacidad somos todas iguales, vamos, que no somos mujeres somos discapacitadas.”

EL SEXO DE LOS ÁNGELES

El sexo de los ángeles es un documental dirigido por Jesús González y Frank Toro. Está dividido en diez secciones o capítulos, en el que a través de siete testimonios explican en primera personas sus experiencias como personas homosexuales con discapacidad, o bien, exponen sus opiniones como representantes de importantes instituciones.

Los personajes de este documental están atrapados en un laberinto de barreras físicas y mentales, son ignorados socialmente, y tratan de superar cualquiera de los retos que plantea la vida cotidiana que resulta mucho más difícil desde una silla de ruedas, desde el silencio de la sordera o desde cualquier otra dificultad física. Considerados durante mucho tiempo seres asexuados, la aceptación y desarrollo de la sexualidad, en especial de la homosexualidad, resulta mucho más compleja para las personas con discapacidades.


viernes, 27 de noviembre de 2009

DIVERSA lgtb

Otro blog sobre personas lgtb con diversidad funcional o discapacidad:

siempreadelantelgtb.blogspot.com
Grupo de Personas con Diversidad Funcional del Colectivo lgtb No Te Prives. Murcia.

"La finalidad del grupo se centra en la información, formación y acompañamiento de personas de diversidad funcional física, sensorial y psíquica, dentro del colectivo LGTB, que puedan sentir un doble rechazo social (por su discapacidad y por la forma de sentir y vivir su afectividad); así como sensibilizar a los diferente sectores de la sociedad, medios de comunicación, organizaciones, etc. acerca de las dificultades de integración que sufre este colectivo"

jueves, 4 de junio de 2009

Algarabía proyectó el documental sobre gays y lesbianas con discapacidad o diversidad funcional

El pasado viernes 29 de mayo a partir de las 20 h, en la sede, Algarabía proyectó el DVD 'El sexo de los ángeles' que habla de personas con discapacidad o diversidad funcional y homosexualidad. El documental, dirigido por Frank Toro, cuenta el testimonio de 6 personas discriminadas por su condición.



SINOPSIS
Atrapados en un laberinto de barreras físicas y mentales, ignorados socialmente, superar cualquiera de los retos que plantea la vida cotidiana resulta mucho más difícil desde una silla de ruedas, desde el silencio de la sordera o desde cualquier otra dificultad física. Considerados durante mucho tiempo seres asexuados, la aceptación y desarrollo de la sexualidad, en especial de la homosexualidad, resulta mucho más compleja para las personas con discapacidad o diversidad funcional.

NOTA: Más información aquí y la entrevista a Frank Toro

lunes, 19 de enero de 2009

REFLEXIONES SOBRE LA SALUD MENTAL, LESBIANISMO Y FEMINISMO (1)

Artículo de Isabel Lodeiro Vales

INTRODUCCIÓN

Durante los dos últimos años he dedicado muchas energías al tema de los problemas de salud mental, que dieron como fruto varias conferencias así como artículos publicados ,sin embargo, cada vez que hablo de este tema- o reflexiono sobre él- son más las preguntas que me acechan que las posibles respuestas. Esto es así porque el tema de la diversidad funcional psíquica- producida por enfermedades mentales graves y prolongadas- relacionado con el lesbianismo y el feminismo está sumido en el más profundo silencio, algo que a mi modo de ver las cosas no debiera de ser así, dada la elevada incidencia que tienen, pues conviene apuntar ya que estos procesos son la primera causa de diversidad funcional y que van en aumento- y tendrán- así como las múltiples relaciones que presentan con el lesbianismo y el feminismo.

Así pues, para tratar de articular este texto, voy a dividirlo en tres apartados, el primero consistirá en dar algunos apuntes sobre los problemas de salud mental, y ya en el segundo y en el tercero, enlazaré los temas del lesbianismo y del feminismo, relacionados con este tema respectivamente.

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I- PROBLEMAS DE SALUD MENTAL

Continuamente escuchamos hablar de la importancia de las enfermedades mentales en nuestra sociedad, sin embargo, parece que el tema queda ahí, es decir, se presentan algunos datos y, a continuación, se impone el silencio como si no fuese necesario abrir un debate serio, continuo y prolongado durante muchos días o meses, o como si este tema no fuese con nosotros, ni con nuestros amigos o familiares, es decir, como si esto sólo le afectase a los otros, unos otros lejanos, invisibles y que a nosotros no nos afectase ni de lejos, sin embargo esto no es así porque:

-1% de la población tiene esquizofrenia.

-1-2% de la población presenta trastorno bipolar.

- Estas dos enfermedades presentan su edad de inicio al comienzo de la edad adulta.
- Se acostumbra a decir que las enfermedades mentales representan el 19% de las discapacidades, si se admite que un 9% de la población presenta algún tipo de discapacidad

Reflexionemos por un momento con estos datos porque ,si sumamos la incidencia de las dos de las que he hablado llega casi al 3% y sólo he hablado de estas dos- quizás las más importantes- si a éstas se les sumara la depresión, los trastornos de personalidad, las demencias, et., creo que no me equivoco si digo que sobre un 5% de la población padece alguna enfermedad mental, es decir, cinco de cada cien personas que conocemos podrían tener alguna enfermedad mental y, sin embargo, sigue pesando un gran silencio que a mi me parece ensordecedor.

Pero tampoco quiero olvidarme del tercer dato ,es decir, el de que su edad de inicio es sobre los 20-30 años pues ello quiere decir que estas personas tienen toda una vida por delante con este tipo de problema pues estos tipos de problemáticas no se suelen curar sino que existe una compensación de la agudización que conduce a una cronificación, y me interesa, y mucho, decir este dato pues creo que la gente comúnmente asocia las discapacidades con la tercera edad y como vemos eso no es en absoluto así y menos con los problemas de salud mental.
Que esto es así es tan cierto como que tengo muchos conocidos que tienen mi edad y algún que otro problema grave de salud mental, y conviene que aclare que a veces citaré esté término porque tampoco hay que verlo todo como una enfermedad sino como ciertos problemas de enfrentarse a la vida cotidiana o quizás ciertas maneras de reaccionar a determinadas situaciones o, al fin, una mayor vulnerabilidad al estrés, pero no es mi intención negarlas, porque no tengo los conocimientos suficientes para acometer tal empresa, así como tampoco voy a discutir si esas categorías diagnósticas son ciertas, de ello se encarga sobresalientemente la terapia sistémica. Tampoco voy a discutir el tema de lo qué es “normal” y lo qué no lo es, a este respecto tan sólo quiero decir que lo que no me parece “normal”, o nada deseable, es tener una gran carga de sufrimiento, eso es, quizás, lo que caracterice, en parte, a estos problemas un gran sufrimiento que puede limitar ciertas actividades de la vida diaria, y que hace que para nada sea algo deseable.
Pero si tengo la intención de desmitificar que estas personas sean unas vagas, quizás conviene aclarar que existen unos términos que son la apatía y la abulia que explican esta supuesta vagancia, es decir, la apatía se refiere a un desinterés por todo y la abulia con una falta de energía, y estos dos síntomas suelen estar presentes en la depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar, lo que puede conducir a presentar anhedonia esto es, la incapacidad de experimentar ningún tipo de placer.

Otra cuestión es que más de una persona me ha sugerido que las “enfermedades mentales” tienen un toque romántico la verdad es que creo que las categorizaciones son peligrosas, no debemos de hacer esto porque entonces quizás sería muy fácil diagnosticar a estas personas, y no voy a ofrecer aquí una imagen de lástima o de pena hacia estas personas, pero si es cierto que tienen un gran sufrimiento-a veces superable, otras no- que en última instancia podría llevarles junto con otros factores, al suicidio. Al contrario, creo que a veces se confunden los problemas de salud mental graves con algo que yo denomino como “seudolocura”, es decir, si alguien se da un aire interesado, extravagante incluso…eso no es locura, la locura en si misma no es bella, puedo serlo si se tiene controlada y si se utiliza para la creatividad algo que si hizo Virginia Woolf, sin embargo ya sabemos el final, con lo cual…

II- LESBIANISMO Y PROBLEMAS DE SALUD MENTAL

Antes de empezar este apartado quizás conviene que mencione que cuando he tomado la decisión de acometer esta tarea me he encontrado con un gran problema, es decir, la falta de información- de ahí pues que quizás muchas cosas de las que diga sean suposiciones o observaciones así, por ejemplo, he realizado, por curiosidad, una búsqueda en google sobre homosexualidad y enfermedades mentales, y como no, lo que salía era el dichoso tema de la homosexualidad como enfermedad mental. Y claro esto debe de ser tan así como lo demuestra la pregunta que nos hacemos continuamente: ¿Dónde están las lesbianas?, lo mismo lo podemos aplicar a este caso, ¿dónde están?, ¿dónde estuvieron en el pasado?, quizás el único ejemplo que valga sea el de Virginia Woolf, si es que vale, aunque a mi si me va a servir para el tercer apartado para referirme a alguna de sus ideas.

Sin embargo, aquí me veo tratando de establecer más relaciones entre el lesbianismo y los problemas de salud mental, cosa que quizás no sea tan difícil pues, ¿cuántas de nosotras no hemos sentido algún tipo de angustia por miedo a que nos “descubrieran”?¿ y cuántas jóvenes tienen serios problemas en sus centros de estudio que pueden derivar en problemas de ansiedad? Y, prosiguiendo, si a veces hablamos de lesbofobia yo también encuentro necesario hablar de esquizofobia o bipolarfobia porque creo, desde las experiencias que he visto, que muchas mujeres con problemas de salud mental viven también inmersas en una especie de “armario”, que su familia y amigos suelen conocer( y supuestamente aceptar) y ,sin embargo, si ésta mujer hipotética tuviera una pareja,¿ se atrevería a salir de ese supuesto armario y contarle lo que le pasa y para que son esas pastillas, y demás condicionantes de su problemática, sin miedo al rechazo, etc.? Francamente tengo mis dudas, y quizás ni se me pueda dar la razón ni quitármela, pues hasta dónde yo sé no existen estudios al respecto, si hay uno “La doble exclusión: vivir como homosexual y discapacitado”, dónde por ningún lado aparece este tema, algo que me entristece porque creo que sería interesante hacer este tipo de estudios. De ahí en que yo insista en dar cierta información básica sobre el tema, o en hacer ciertos incisos, porque lo considero primordial y muy necesario, esto es algo que hago diariamente y en las relaciones que he tenido, de amistades o de pareja tuve que dar (y todavía tengo) información, información y más información porque la desinformación es tremenda, tanto que incluso me han dicho:“pero que bien razonas” ,como si pensaran que nuestra vida es estar sumidas continuamente en este problema.
Sin embargo ahí vemos ese continúo silencio, o incluso ostracismo, algo que de nuevo nos recuerda al tema de la invisibilidad lesbiana, esto es igual se sabe que está ahí pero no se quiere hablar, como decía al comienzo pertenece a las “otras”. Además de la silencio al que nos someten está el típico prejuicio de si somos violentos o más que la población en general- cuando no es así- y que es algo a lo que me tuve que enfrentar más de una vez, lo cual puede contribuir a que sigamos y sigamos en el armario de la enfermedad mental al que hay que sumar el del lesbianismo, creo que la suma de los dos puede llegar a ser un tanto explosiva.
Pero al mismo tiempo quizás seamos un poco incrédulos respecto del tema al pensar que nunca nos va a pasar nada parecido o a nuestros amigos o familiares, y al mismo tiempo, ponemos a prueba nuestra salud mental continuamente con ciertos estilos de vida, creo que no es necesario decir cuáles son, con esto no pretendo atemorizar pero si decir que nadie esta libre de este tema como tampoco lo estoy yo de tener un accidente con las consiguientes secuelas que podría tener.

Sin embargo, yo también encuentro una diferencia sustancial de esta categoría respecto de otro tipo de discapacidades, es decir, son invisibles( lo cual no tiene por que significar que nieguen su enfermedad, conozco muchas mujeres que no lo niegan en absoluto, así como yo tampoco lo niego sino no estaría escribiendo esto, es decir, las generalizaciones son odiosas) ,y si son atractivas y cumplen con los cánones de belleza, la opresión en ellas no viene por la imagen sino por el rechazo que sufren, la marginación, la humillación incluso. Sin embargo esto es algo que no observamos a diario porque, creo, no se denuncian estas situaciones, que sin embargo, claro que se dan, como vimos con los casos de los vídeos que se grababan humillándolos, vejándolos y después colgándolos en Internet, si estos casos salieron a la luz pública, ¿cuántos otros habría?.De nuevo no tengo la respuesta. Quizá prefiera no tenerla porque intuyo que puede ser muy aberrante.


III- FEMINISMO (LESBIANO) Y DIVERSIDAD FUNCIONAL PSÍQUICA

Antes de empezar este tercer apartado quisiera decir que para el feminismo el tema de las discapacidades es un tema muy espinoso al que no se le hizo todavía su justa justicia, como dice Teresa Susinos, pues todavía se considera a las mujeres con discapacidad como pasivas, incompletas, sin nada que ofrecer lo cuál conlleva a que vivan oprimidas en cinco categorías que son las que aborda Iris Marion Young y que son: Trabajo, vivir al margen, poder, imperialismo cultural y violencia y que ,a continuación, voy a analizar más en detalle:

1- Trabajo

Conviene en este punto que diga que las mujeres con este tipo de problemas son, dentro del grupo de diversidades funcionales, las que mayores problemas presentan a la hora de encontrar trabajo, es decir, un trabajo remunerado y reconocido, porque muchas de ellas si realizan las tareas del hogar o trabajos de voluntariado, lo que conviene ,urgentemente, es revalorizar las categorías de trabajo o que las cuestionemos, como muy bien sabemos los colectivos LGTB, que continuamente realizamos trabajos de activismo que pocas veces se pagan, pero no por ello tienen menos valor que los trabajos remunerados. Ahora bien,mientras esto no acontezca, lo que viven estas mujeres en el día a día es que si no tienen un trabajo remunerado tampoco tienen casi ningún tipo de economía con lo cual sus expectativas de vida, de un proyecto vital, amoroso, etc. son prácticamente inexistentes.
Este tema tiene quizás también su representación en que se nos suelen ofrecer actividades de entretenimiento continuamente como modo de llevar una vida normalizada o circunscribirnos a las tareas del hogar, valga una anécdota, hace poco escribí varios artículos para una revista feminista y, al comentárselo a varias personas que me conocen y saben mi problema lo, que me dijeron fue: “si te entretienes”, creo que sobran las palabras.


2- Vivir al margen

Como otros colectivos a éste también se les ofrecen pisos protegidos, ocio protegido, talleres, por no citar lo que supone para ellas estar hospitalizadas si se diera el caso, así como el fuerte rechazo y marginación que sufren, el cuál puede incidir muy negativamente en sus problemas de salud mental, pues al aislamiento, que ya de por sí pueden sufrir por sus procesos, quizás haya que añadir el autoaislamiento en el que pueden caer para no sufrir todo ese rechazo, es más también puede derivar en tener relaciones sin salir de ese armario y nosotras las lesbianas- que a veces podemos tener amigos que no saben nada del tema- bien sabemos lo que eso puede significar, es decir, pueden verse rodeados de gente pero que no son sus amigos porque el miedo al rechazo las supera.

3- Poder
Creo que no nos debe de resultar difícil entrever el poco poder que presenta este colectivo pues, tan sólo el 20% de ellas trabaja, y el índice de estudios superiores es tan sólo del 3,6%, porque, por ejemplo, ¿conocemos a alguna mujer con estas características que tenga algún cargo político? Con todo lo dicho hasta aquí, creo que no podemos olvidarnos de uno de los conceptos clave del feminismo, es decir, el empoderamiento, reflexionemos por un momento: qué empoderamiento tiene una mujer al no tener trabajo, al no tener apenas estudios y una economía muy escasa. Es por ello que, es urgente tomar medidas para que el tema del empleo y de los estudios universitarios, vaya creciendo al igual que se hizo en su momento con las mujeres en su conjunto. Si esto no se acomete difícilmente van a salir de ese doble armario.

4- Imperialismo cultural

Quizás es este uno de los puntos clave en todo este tema que estoy exponiendo y del que hablaba al comienzo porque, este punto hace referencia a la dominación de un grupo sobre otro y produce la invisibilización del otro bajo el concepto de “normalidad” y yo me pregunto: ¿es normal beber seis cervezas después del trabajo? ¿ es normal tomar ciertos tipos de sustancias tóxicas para soportar el ritmo de vida?. Quizás esto tenga que ver con que ciertas conductas son más toleradas y otras no ,porque los problemas de salud mental nos hablan de sufrimiento y no nos educan para eso, sino más bien para negar las enfermedades ,algo de lo que de algún modo nos habla Susan Sontang en su libro “La enfermedad y sus metáforas. El Sida y sus metáforas”, algo que también se puede ver en las representaciones de estos procesos como es, por ejemplo, la frase “padece de los nervios”.Porque en esta sociedad hedonista no se entiende, ni se tolera, ni se acepta su contrario: la anhedonia, y de producirse esta se busca una causa cuando no tiene por que haberla, algunas veces me han dicho que no entienden por qué estoy mal dado que “tengo de todo”.

5- Violencia

Como ya dije más arriba este grupo no se libra de ciertos tipos de violencia, he conocido mujeres que la han sufrido aunque este tema se suele olvidar pues el libro “Mujer, discapacidad y violencia” no se ocupa de este grupo de mujeres y de nuevo no entiendo el por qué.


Creo que una primera lectura que debe de ser tenida en cuenta al analizar estas cinco categorías es: ¿cuánto malestar es fruto de la enfermedad y cuánto por estos cinco tipos de opresión?, ¿cómo nos sentiríamos cualquiera de nosotras si viviéramos en esta situación? ¿Entendemos ahora por qué no hay más voces visibles? Particularmente, siempre sostengo que ni el movimiento feminista ni el homosexual llegaría a dónde llegó si contara con estas particularidades, es decir con un 80% de paro y un 3,6% de estudios universitarios. Es por ello que estas cinco categorías de la opresión deben de ser tenidas en cuenta por nosotras, feministas (lesbianas), pues solemos prestar mucha atención a la opresión que ejerce sobre nosotras el patriarcado, pero no debemos de olvidar estas opresiones, pues nuestro feminismo no debe de tener un único modelo de mujer. Es más continuamente debatimos sobre el feminismo de las diferencias, yo me atrevería a decir que debemos de tener en cuenta TODAS LAS DIFERENCIAS pues, de todo lo dicho hasta aquí, creo que se puede deducir que las enfermedades mentales están excluidas dentro de los debates sobre diversidad funcional, así como también dentro de los debates sobre el feminismo (lesbiano), aún cuando estos temas nos afecten de una manera muy directa a las mujeres.

Esto que acabo de exponer es totalmente cierto, y el feminismo lesbiano debe de tener en cuenta estos presupuestos ,de cara a que la integración y la plenitud de las lesbianas lo sea para todas, sin embargo, considero que ese “ideal” está lejos de conseguirse pues si la principal vía de integración es el trabajo, y este colectivo que me ocupa tiene el peor dato de integración laboral, la verdad es que no veo un futuro muy esperanzador para ellas porque no se está haciendo casi nada al respecto, como tampoco se puede decir que estas mujeres no trabajen, muchas de ellas son amas de casa, cuidadoras…, sin embargo, ya Virginia Woolf en 1939 sugirió que las mujeres deberíamos de recibir una prestación económica por este tipo de trabajo, esto, está claro, no es la solución ideal, sería un primer paso, lo ideal es algo más en la línea de Lidia Cirillo, que tiene que ver con la oposición al capitalismo liberal, porque, a fin de cuentas, quizás ese sea el problema que estoy exponiendo.

Es decir, como dije al comienzo, dado que estas mujeres suelen tener una mayor vulnerabilidad al estrés, ¿ por qué no se les ofrece un trabajo de digamos cuatro horas pero pagándoles un sueldo digno que cubra todas sus necesidades? Sin embargo también entiendo que esto es precisamente uno de los motivos por los que hay tanto silencio porque es relativamente fácil romper las barreras arquitectónicas y comunicativas, pero, ¿ y las psicológicas?,¿ y las que yo denomino estresoras? Es decir, aquéllas barreras que por el alto nivel de estrés pueden suponer el desencadenante de una crisis o agudización de su proceso, esto se suele ver mucho en ciertos tipos de trabajos aunque también puede darse en relaciones de pareja o otros procesos vitales y, entonces, ¿cómo se rompen? Es decir, esto pone en tela de juicio nuestro sistema económico, de organización, de convivencia, de valores incluso y eso molesta, sin embargo,¿ cuántas de nosotras preferiríamos llevar otro estilo de vida en el que no nos veamos abocados a este torbellino de exigencias?.
Al fin y al cabo creo que esto es lo que también debe proponer el feminismo otro modo de entender la vida, las relaciones, los valores porque entiendo yo que éste no está dando muy buenos resultados, aunque se nos quiera hacer ver que si, y especialmente las mujeres salimos peor paradas- por consiguiente las lesbianas también y sus posibles relaciones- pues estamos llevando la peor parte en el mundo laboral y seguimos teniendo una gran carga como cuidadoras, lo cual es también un factor a tener en cuenta en todo lo que estoy contando, es decir, en la mayor posibilidad de tener problemas de salud mental
Si estas características de entender la vida de otro modo se dieran ganaríamos todas, ellas en autonomía, autoestima, independencia, y nosotras las veríamos como un modelo, como un paso más en la normalización de todo tipo de mujeres lesbianas y creceríamos en experiencias, en modos de ver la vida , de disfrutarla, etc., mientras esto no se dé yo quizás siga haciendo reflexiones y deseando que algún día lleguen a algún sitio porque si soy soñadora es en el sentido de que llegue ese día en el que no tenga que dar tanta información, en el que se me acepte y valore por lo que soy, en el que no me miren de un modo extraño al saber una de mis particularidades.

Artículo publicado en la web ciudaddemujeres.com


Isabel Lodeiro Vales, activista colaborada de la revista feminista Andaina y actualmente coordinadora del área de políticas lésbicas de Diversidad León
Contacto: isabel.lodeiro@yahoo.es