sábado, 10 de noviembre de 2012

No soy activista lesbiana; pido respeto a un derecho: Carla

Fuente: El Heraldo de Chihuahua   10 de noviembre de 2012

Denuncia al Campestre no fue por protagonismo

"Sólo me cobijo en la ley para que reconozcan mi matrimonio como legal", afirma
Javier H. Contreras Orozco

Chihuahua, Chihuahua.- "Yo no soy una activista lesbiana, ni pertenezco a una organización LGTBI. Lo único que demando es el respeto a un derecho que tengo", dijo a El Heraldo de Chihuahua la empresaria Carla Herrera, quien interpuso una demanda por la vía penal en contra del Club Campestre por discriminación, al negarle el acceso a su esposa.

Carla Herrera, quien en los últimos días ha despertado interés a nivel nacional por haber solicitado que a su pareja con la que contrajo matrimonio en el Distrito Federal la aceptaran como socia en el Club Campestre, dijo que su denuncia no fue por protagonismo, sólo que tuvo el valor de salir a la escena pública para exigir el respeto de un derecho y que asumía la responsabilidad plena de esta decisión.

"No me cobijé de ninguna organización para demandar mi derecho, sólo me cobijo en la ley y la confianza que tengo en el Código Penal de Chihuahua para que reconozcan mi matrimonio como legal. Asumo mi responsabilidad de exigir que respeten un derecho que tengo", afirmó. Asimismo, dijo que agradece y reconoce las muestras de apoyo y solidaridad que ha recibido de varias agrupaciones.

Este asunto -la denuncia penal- está en los tribunales. La Fiscalía ya está integrando la carpeta de investigación y por lo pronto, el presidente del Club Campestre ya se presentó a declarar. En esos días acudirán otros integrantes de la directiva de dicho club. Entre los escenarios que se plantea sobre el final de esta demanda está el de ganar y que se les restituya en el Club Campestre; la segunda posibilidad es de que pierda el caso y quede fuera del mencionado club, y no descarta -y está dispuesta- a una negociación para llegar a un buen arreglo.

Con una discapacidad visual desde que era pequeña, Carla Herrera dirige los negocios de su familia en un amplio, céntrico y moderno edificio, donde varios empleados y secretarias colocadas en diferentes cubículos llevan la administración de varios negocios. En este momento están en la construcción de una nueva sucursal de una franquicia de venta de hamburguesas al sur de la ciudad.

seguir leyendo... "El mundo cambia con tu ejemplo, no con tú opinión", dice Carla, al recordar la frase de Pablo Coelho, y al decir que este pensamiento lo aplica en su esquema personal.

Habla de que siempre ha participado en organizaciones para apoyar a los discapacitados, especialmente a los débiles visuales, por su propia situación, pero no pertenece a ninguna agrupación LGTBI ni tiene alguna bandera arcoiris, a los que respeta y agradece su apoyo. Acepta que el caso se ha polarizado y que el tema de la discriminación es el centro del debate. Afirma que ha habido varias personas y organizaciones que le han manifestado su apoyo, pero que ella se ha dedicado a las personas con discapacidad visual para que logren integrarse a la sociedad.

Niega el haber tenido relaciones sentimentales con alguna persona casada, como se había mencionado, pero admite que tuvo relación con una mujer que ya se había separado seis años antes de su esposo, por lo que considera que nunca generó un escándalo, ni acepta que por ese motivo o pretexto se le haya expulsado del Campestre.

Sobre el proceso legal que inició, sostiene que no lo hizo por protagonismo, sin embargo su postura es que se llegue hasta el final que sea necesario. Comenta que en un principio actuó de manera conciliatoria, pero recibió agresiones personales, por lo que considera que complicó la posibilidad de sentarse a platicar con los directivos del Club Campestre. Y ahora, con el juicio que se inició, será más difícil, afirmó.

Considera que el alcance jurídico del caso será que si gana la demanda, deberán de aceptarla a ella y su esposa, pues es lo que piden. No reclama dinero ni daños, sino sólo el reconocimiento legal de su matrimonio, respetando las diversas opiniones sobre uniones de personas del mismo sexo, pero ya hay una ley que contempla esas uniones.

Sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con sus demandados, Carla Herrera afirmó: "no tengo el ego, estoy abierta a una negociación posible, siempre y cuando me reconozcan mi derecho de estar casada con quien quiera".