Fuente: revistaccesos.com
Por: Federico Morales D.
Revista Accesos Vol. 3 No. 13
Comencemos por… ¿qué es sexualidad? ¿cómo entenderla? La sexualidad es una parte fundamental del ser humano basada en el sexo; incluye género, erotismo, vínculo afectivo así como reproducción; influyen factores tanto biológicos como psicológicos, sociales, económicos, culturales, siendo la diversidad sexual tan amplia como seres humanos existen en el planeta, y es esta misma diversidad la variable que existe entre los seres humanos, incluida su diversidad biológica (sea hombre, mujer o intersexual), la decisión de vivir solos o en pareja, casarse o en unión libre, la manera en que decidan sentir placer, así como el deseo de tener hijos o no.
Discriminación: discapacidad y homosexualidad.
Hablar de discriminación y sexualidad no debería ir de la mano; unir en una sola ecuación la homosexualidad, la discapacidad y la discriminación me parece un tema urgente de abordar siendo que parece imposible pensar que ser una persona con discapacidad y ser homosexual, nos parece de imposible existencia.
Se asume que ya es suficientemente malo tener una discapacidad, para encima ser homosexual… ¡sería el colmo! Y sin embargo solamente en el Continente Americano existen más de 50,000 sordos homosexuales infectados de VIH. Siendo así una minoría dentro de una minoría aun dentro de otra minoría
Así pues, es claro que las personas están influenciadas con respecto de los valores y comportamientos que se esperan de ellos; se enamoran, sienten placer, tienen el derecho de reproducirse, por tanto tienen sexualidad, teniendo un estilo único de ser hombres o mujeres, viviendo en soltería o en unión libre, teniendo hijos o no, y siendo homosexuales, bisexuales o heterosexuales.
Por: Federico Morales D.
Revista Accesos Vol. 3 No. 13
Comencemos por… ¿qué es sexualidad? ¿cómo entenderla? La sexualidad es una parte fundamental del ser humano basada en el sexo; incluye género, erotismo, vínculo afectivo así como reproducción; influyen factores tanto biológicos como psicológicos, sociales, económicos, culturales, siendo la diversidad sexual tan amplia como seres humanos existen en el planeta, y es esta misma diversidad la variable que existe entre los seres humanos, incluida su diversidad biológica (sea hombre, mujer o intersexual), la decisión de vivir solos o en pareja, casarse o en unión libre, la manera en que decidan sentir placer, así como el deseo de tener hijos o no.
Discriminación: discapacidad y homosexualidad.
Hablar de discriminación y sexualidad no debería ir de la mano; unir en una sola ecuación la homosexualidad, la discapacidad y la discriminación me parece un tema urgente de abordar siendo que parece imposible pensar que ser una persona con discapacidad y ser homosexual, nos parece de imposible existencia.
Se asume que ya es suficientemente malo tener una discapacidad, para encima ser homosexual… ¡sería el colmo! Y sin embargo solamente en el Continente Americano existen más de 50,000 sordos homosexuales infectados de VIH. Siendo así una minoría dentro de una minoría aun dentro de otra minoría
Así pues, es claro que las personas están influenciadas con respecto de los valores y comportamientos que se esperan de ellos; se enamoran, sienten placer, tienen el derecho de reproducirse, por tanto tienen sexualidad, teniendo un estilo único de ser hombres o mujeres, viviendo en soltería o en unión libre, teniendo hijos o no, y siendo homosexuales, bisexuales o heterosexuales.
Sin embargo, la sexualidad de las PCD (personas con discapacidad) no es tomada en cuenta, principalmente por la falsa creencia de que no tienen sexualidad, o que si se les habla de ella, se pueden convertir en entes peligrosos puesto que sus deseos están exacerbados, siendo este un caso de discriminación debido a que los colectivos de la discapacidad no atienden a homosexuales con discapacidad y los colectivos LGTBI tampoco ya que la homosexualidad en la discapacidad ha permanecido invisible.
seguir leyendo... El no cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos de este sector es exacerbado por la discriminación que se vive como persona con discapacidad, donde los obstáculos son mayores para acceder a una correcta orientación sexual. Si consideramos además de que el estigma que la sociedad impone en las PCD, generalmente es interiorizado por la propia persona quien muchas veces se auto devalúa y auto destruye, creyendo que no es digna de ser amada, aferrándose a relaciones autodestructivas o simplemente no consideran el propio cuidado como algo prioritario, poniéndose en riesgo con embarazos no planeados, ETS así como violencia sexual.
CONSECUENCIAS.
Faulkner, Fergusson, Garofalo, y Remafedi, han comprobado que ser homosexual y no contar con apoyos del entorno conlleva a índices más altos de depresión, culpa, pensamientos suicidas, problemas mentales, abusos de sustancias y de alcohol, conductas sexuales de riesgo, prostitución como forma de sobrevivir, rechazo familiar, abandono de la casa, aislamiento emocional, soledad, deserción de la escuela, enfermedades de transmisión sexual (ETS) y a ser víctimas de abuso físico y verbal.
Pero al menos los chicos y chicas homosexuales pueden encontrar grupos de apoyo, en cambio, la realidad para los y las homosexuales con discapacidad es más difícil pues como ya mencionamos, de ellos se piensa que son seres carentes de deseos sexuales y con menos necesidad de recibir educación sexual, ocasionando:
• Menor consciencia sobre la existencia de ETS Y VIH.
• Servicios de salud inaccesibles.
• Profesionales no conscientes ni interesados.
• Padres no interesados en la sexualidad de sus hijos.
• Mayor dificultad para asumirse como homosexual (“salir del closet”).
Salir del closet para las y los homosexuales con discapacidad es más difícil debido a la dependencia física y emocional, ya que existe mayor aislamiento y no tienen con quien hablar, temen perder el apoyo y afecto de sus cuidadores y de sus padres, experimentan mayor culpa al pensar que defraudan a sus padres, experimentan mayor temor de perder los servicios que reciben si los proveedores de servicios se enteran, no tienen espacios seguros para expresar su orientación, tienen mayores dificultades para conseguir y mantener pareja y por ende relaciones estables, no hay accesibilidad en los lugares de encuentro, en ocasiones sus intérpretes y asistentes personales son homofóbicos por lo que no tienen el apoyo para desarrollar relaciones amorosas, entre muchas otras problemáticas.
Así pues, es necesario emprender acciones para que se cumpla el derecho a la no discriminación, como el fomentar la correcta educación sexual, dirigida tanto de manera personal como para los familiares, trabajar contra la discriminación de la PCD lesbiana, gay, bisexual, travesti, trans, promover y defender los derechos humanos, sexuales y reproductivos, facilitar el acceso a PCD y familiares a centros de apoyo, fomentar el reconocimiento como seres valiosos, y el detectar y evitar la violencia sexual y la violencia familiar hacia personas con discapacidad.
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