miércoles, 23 de septiembre de 2015

Homosexualidad y discapacidad: Vida y Plenitud


Hola, Soy BLAS y a partir de hoy tendré la oportunidad de escribir para #SoyHomosensual

¿Pero quién es este extraño que te hablará?

Bien, soy originario de Mérida, Yucatán, nací un 4 de Junio de 1988, (sí,ya tengo 27 años) egresado del IPN de la Licenciatura en Negocios Internacionales, con una familia poco habitual pero muy unida, de la cual ya tendré oportunidad de contarles. Radico y vivo sólo en el DF desde hace poco más de 8 años.

Alegre, dinámico, extrovertido, irreverente; para ser sincero una persona plena y feliz con su vida, sin embargo esto no ha sido así siempre, cuando llegué a este mundo las expectativas de mis padres no fueron satisfechas en su totalidad y, te aclaro que no me refiero al ser o no concebido, fui un niño esperado y planeado, pero llegué con un defecto de fábrica poco común.

El diagnóstico; no mentiré, desconcertó a propios y extraños, “parálisis cerebral infantil”, seguido de un… “Nunca podrá hablar, caminar o ser independiente“, para mis padres fue como si les hubieran hablado en chino, no lo entendieron y, para ser franco, creo que jamás lo hicieron, simplemente los médicos les comentaron que no existía cura y que lo único que podían hacer era rezar y rehabilitarme para atenuar los daños de mi padecimiento; por lo poco que sé, sí se tiraron al drama, lloraron, gritaron y sufrieron pero eso duró sólo lo necesario. Con el paso de los días y primeros meses mi mamá hizo y deshizo todo aquello que le decían para que yo estuviera bien, desde pasarme huevos hasta llevarme con cuánto médico le era posible ya que en ese momento la situación no era la mejor económicamente hablando, pero no les escribiré la enciclopedia del proceso ni mucho menos.

Esto no es ni será un capítulo de una telenovela, lo que les puedo decir es que casi tres años después de haber nacido, algunas cirugías y muchas horas de terapia y frustración después, logré ponerme por primera vez de pie, hablaba con claridad y todo comenzó a mejorar. Las terapias que mi madre me realizaba religiosamente tres veces al día, siete días a la semana y el entrenamiento estricto al que fui sometido por parte de mi papá, rindieron frutos positivos.

Los años siguieron pasando, el camino no fue fácil, la aceptación, el autoconocimiento y la autoestima se forjaron con el tiempo; eso lo contaré después si te parece, por ahora debes saber que logré concluir mi ciclo educativo desde el kinder hasta la universidad, comencé a trabajar formalmente desde los 17 años y la vida me sorprende todos los días.

Por favor, no me martirices, jajajaja… llevo una vida normal como cualquiera, voy, vengo, subo, bajo, hago y deshago de mi vida, claro está, siempre de una manera responsable… Bueno, casi siempre! Trabajo, voy al gimnasio, tengo hobbies, miedos, inquietudes y metas como todos y a diario hago lo posible para cumplirlas.

Te cuento que a lo largo de mi vida me he topado con grandes personas y oportunidades, por ello es que he decidido colaborar con un portal como #SoyHomosensual, serio, incluyente, mediático, socialmente responsable y que además de entretener a sus lectores también está comprometido con causas que buscan una sociedad más unida. A partir de hoy y si así me lo permites, compartiré de manera regular unas líneas sobre mi, mi vida, mi entorno… En pocas palabras, sobre quién soy.

Alguna vez mi padre me dijo: “la vida es complicada por naturaleza, debes entender que para ti será el doble de adversa, dependerá de ti, el cómo aprendas a vivirla” No se equivocó… Te invito a que sighomosexualidad y discapacidad y a que seas parte de mi vida, te pido que compartas conmigo qué es lo que sientes y piensas al respecto.
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Por ahora me despido diciéndote…

Soy Blas, soy #Homosensual… Y, sí, se puede tener una vida plena con una discapacidad. Nos leemos pronto.

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